jueves, 22 de agosto de 2013

Podría ser tu segundo plato, alegrar tus medios ratos.

Como ser tus ojos en la oscuridad y agarrar tu mano durante el frío en febrero. Acompañar las notas que se esfuman en el aire y mirarnos con esa complicidad que sólo tú y yo sabemos. Agarrarnos como si estuviéramos atados, atados a un sueño que por fin tengo aquí delante. Escucharnos el corazón, que suena a motor, que se para cuando estás a mi lado.

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